Si hay alguien que es importante en un equipo, ese es Luis Suárez, y es que el uruguayo se pone el equipo al hombro, es referente en el área, tiene gol y lo más importante: garra.

El «pistolero» marcó el primer tanto de los «charruas» ese que les mostró el camino del triunfo, la luz de esperanza y les hizo abrir los ojos de que los monstruos  y cucos son para niños y que en la cancha son once contra once.

Pero Uruguay le debe gran parte de su victoria a Suárez, y Suárez le debe todo a una sola persona, este es Walter Ferreira, Kinesiólogo de la selección uruguaya y responsable de que el delantero haya podido superar su lesión y jugar este partido. Es por eso que fue corriendo a abrazarlo después de marcar el tanto.

Con este triunfo, la «celeste» se ilusiona, y está aún con vida en Brasil 2014. Su próximo rival será Italia, y dependen de ellos mismos para pasar a octavos de final.