Trabajaba todos los días para ayudar en su hogar y en las noches le dedicaba cinco horas al estudio por las noches para lograr su sueño de ingresar a la Universidad Nacional Federico Villarreal. Se trata de la historia de Jairo Paredes Quispe, uno joven peruano que no descansó hasta verse en una aula universitaria.

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Pues, con tan solo 20 años, Paredes Quispe logró algo digno de aplausos: obtuvo el primer puesto en el examen de admisión de la Universidad Nacional Federico Villareal, a pesar de los más de 11 mil postulantes el día de la prueba.

Lo más resaltamte es que nunca pisó una academia, pero sí obtuvo todo el apoyo de su familia. Su padre, Feliciano, es obrero de estructura metálica y su mamá, Erica, se dedica a vender en el mercado de Productores. Ambos, desde su posición, le proveyeron lo justo y necesario para que pueda estudiar.

“Por cuestiones económicas no pude prepararme en academia y en pandemia todo fue más difícil, pero estudié en casa, con Internet, YouTube y clases en vivo. Mis padres y mi enamorada, Michell, que estudia Arquitectura, me alentaban”, confesó en una charla con el diario El Trome.

Por su lado, Jairo intercalaba el trabajo y el estudio. A pesar de ser ayudante de cocina en un sushi bar, se tomaba un tiempo del día para estudiante cinco o siete horas. Sorprendentemente, los videojuegos le permitieron a crear estrategias para ordenar sus tiempos de manera minuciosa.

Ayer las autoridades universitarias le entregaron el reconocimiento del primer puesto y le hicieron su respectivo corte de pelo. Ahora, el muchacho estudiará Ingeniería de Sistemas y espera con ansias empezar esta nueva etapa de su vida.

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