- Por Radio Onda Cero
- 28 Abr 2020
La dificultad respiratoria es uno de los síntomas clave para sospechar un posible caso de coronavirus (COVID-19). Un 19% de los pacientes afectados por el coronavirus experimenta este problema de salud con diferentes grados de intensidad en algún momento de la enfermedad.
Además, los pacientes más graves sufren con mucha mayor frecuencia esta dificultad respiratoria (aproximadamente un 50% de ellos), que suele volverse más intensa con el paso de los días.
Pero también existe una especie de asfixia que afecta a un gran número de enfermos por el COVID-19. En distintos países, sobre todo en Europa, la han denominado “hipoxemia silenciosa».
En el ámbito médico, se define hipoxemia al déficit de oxígeno en la sangre arterial.
¿Cómo se manifiesta?
En diferentes lugares del mundo, los profesionales de la salud están observando que un porcentaje aún desconocido de los pacientes graves por COVID-19 pueden sufrir una afectación grave de la función respiratoria de los pulmones y no percibir, paradójicamente, ninguna sensación de falta de aire o experimentarla muy levemente.
Con el descubrimiento de esta hipoxemia silenciosa, diversos colectivos médicos y profesionales sanitarios están recomendando que las personas sospechosas de sufrir COVID-19 (especialmente aquellas ancianas o con factores de riesgo) monitoreen con frecuencia sus niveles de oxígeno durante dos semanas.