Katie Wrigth, una joven de Estados Unidos, quien por varios días tenía un dolor al costado de su ceja derecha. El dolor era parecido al de una espinilla a punto de salir, por lo que Katie puso manos a la obra e intentó reventarlo.

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Sin embargo, en cuestión de minutos su rostro comenzó a desfigurarse e inflamarse. «Sentí que algo iba a salir de mi piel, dijo Katie, quien se apresuró a ir al hospital más cercano.

Luego de ser atendida, los médicos le explicaron que en realidad lo que tenía era una infección que le había afectado el tejido celular profundo y que tenía un alto riesgo de llegar a los ojos y al cerebro, lo que causaría su muerte. La trataron con antibióticos vía intravenosa. Katie Wright explica que esta infección se dio debido a no limpiar de forma regular sus utensilios de maquillaje.