¿Crees en la reencarnación? Si no lo crees, la historia de Cameron Macaulay hará que te cuestiones seriamente.

Cameron era un niño de tres años que vivía en Glasgow, Escocia, lo curioso de él era que le contaba a la gente de su alrededor cómo era su “otra” vida y mamá, una mujer cariñosa de cabellos largos, en la Isla de Barra.

Además describía la casa en la que vivía: blanca, grande y cerca de un lugar donde iban y venían aviones. Inicialmente su madre pensó que todo se debía a la imaginación del pequeño, luego tuvo que llamar al director médico de la Clínica de Psiquiatría Infantil y Familiar de la Universidad de Virginia, Jim Tucker, especializado en tratar a niños que recuerdan vidas pasadas.

Cuando acudieron al lugar relatado por el niño todo encajaba, el menor había mencionado que su padre se llamaba Shane Robertson. Llegaron a la casa y para su sorpresa estaba abandonada, databa de los años 60, aún así Cameron logró mostrar todos los lugares de su interior, incluso los que estaban ocultos.