Virales
- Por Radio Onda Cero
- 09 Oct 2014
Recibir una vacuna en el brazo no es una de las cosas más placenteras de la vida y mucho menos cuando eres aún un niño.
Eso lo sabe muy bien Michaela, que al verse vulnerable ante el inminente pinchazo, no paró de reír y llorar casi simultaneamente ante la mirada atónita de la enfermera. Una futura actriz.
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